INICIO LA LECTURA

 

 

Julio pasa y agosto ya nos deja,

un milagro, en septiembre ya voy viendo,

raudamente, me encuentro ya leyendo,

sin descanso, cual laboriosa abeja.

 

Me abstraigo de la casa y la pareja,

del polen de tu libro voy libando,

con regusto lo estoy saboreando,

mas muy lento, mi vista está ya vieja.

 

Voy despacio, me gusta sobre todo,

que todos los capítulos que llevo,

son breves y por eso me los bebo.

 

Hasta ahora, muy corto este periodo,

tu libro, para mí, una delicia,

lleno de pulcritud y de pericia.